Las pastillas de freno son uno de los elementos del coche que más desgaste sufren con el paso del tiempo. Por lo que es necesario cambiarlas cada cierto tiempo ya que son uno de los materiales más importantes para la seguridad tanto nuestra como de los de alrededor. Hoy, en Repsol Los Rodeos, te contamos cuándo debes cambiar las pastillas de freno de tu automóvil.
Los frenos son una de las partes más importantes de un vehículo, por motivos más que evidentes. Es más, junto con los neumáticos y las suspensiones conforman el triángulo de seguridad del coche. Por lo tanto, un correcto mantenimiento del sistema de frenado es fundamental para garantizar una conducción segura. Esto supone examinar el estado tanto de los discos como de las pastillas de freno con frecuencia y cambiarlos si es necesario.
Qué son los discos de freno y cuando debemos cambiarlos
Los discos de freno, tal y como nos indica su nombre, son discos, generalmente metálicos, que giran junto con la rueda. Al pisar el freno, las pinzas de freno ejercen presión sobre ellos para minimizar la velocidad del vehículo. Para determinar cuándo debemos cambiar las pastillas de freno, va a depender del tipo de uso, de la conducción y del material. Sin embargo, como norma general, lo óptimo es cambiar los discos por cada dos cambios de pastillas. En el caso de los discos delanteros, cada 120.000 km aproximadamente.
Los discos de frenos cuesta reemplazarlos entre 200 y 400 euros, dependiendo del modelo de vehículo, la marca y el material de los discos. Es mejor no retrasar el cambio de los discos de freno, ya que podría suponer la rotura o el desgaste de alguno de ellos, lo que implicaría quedarte sin frenos en el coche. Para saber si están fallando, lo mejor es que consultes con un experto. Pero en el vehículo se nota debido a que percibirás una vibración tanto en el pedal del freno como en el volante. Esto implica que los discos están alambrados y necesitas cambiarlos.
Qué son las pastillas de freno y cuando debo cambiarlas
Las pastillas de freno con un elemento acoplado a las pinzas de freno que rozan por los discos para reducir la velocidad del vehículo. Al igual que con los discos de frenado, el cambio de este material depende mucho del uso que le des al vehículo y las zonas por las que conduzcas (ciudad, autopista, carretera…); así como de tu audacia al volante. Generalmente, las pastillas delanteras se deben cambiar cada 60.000 km, mientras que las traseras, cada 120.000 km.
El precio del cambio de las pastillas ronda entre los 100 y los 250 euros, según el vehículo al que vaya destinado. Cuando llevas el coche a una revisión, un profesional te aconsejaría que reemplaces las pastillas en el caso de que estén por el 30% o menos de grosor. La manera de saber si necesitan un cambio es meramente visual, a través de los radios de la llanta y con ayuda de una linterna, podrás observar cuánta vida útil les queda. Si al frenar el vehículo, escuchas un chirrido o se enciende el testigo de los frenos, es sumamente importante que cambies las pastillas de freno, ya que eso implica que están gastadas.